domingo, 29 de enero de 2017

Disponible. La regalías serán donadas a la celebración del 5to Congreso Internacional en el mes de Julio 2017

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Disponible en Amazon 


Descripción
El libro ofrece las claves histórico-culturales que nos ayudan a entender a una de las ciudades y regiones más conocidas de España; y constituye la recopilación más completa de datos y referencias sobre la presencia judía en Zamora.
A las leyendas sobre Viriato, las evocaciones del Romancero y un sin fin de acontecimientos relevantes, se unen ahora las evidencias de un extenso legado judío imposible de ignorar. Además de la cronología, el volumen presenta información sobre nombres y apellidos hebreos obtenidos de la bibliografía consultada, la cual se incluye como aporte adicional.
A esto se añade el acucioso texto biográfico del autor sobre Isaac ben Jacob Campantón (1360-1463), rabino de Zamora, Gaon de Castilla y León, y fundador de la última gran academia rabínica de la Península Ibérica.

viernes, 27 de enero de 2017

El Consejo de la Comunidad Sefardí de Jerusalén cumple 750 años

Entrevista con su actual presidente, el historiador Dr. Abraham Haim 

Por José María Sadia, fragmento tomado de La Opinión de Zamora, 27 de enero, 2017
  
 ... los nazis no distinguían entre judíos askenazí y sefardíes. La tragedia fue mucho peor para los sefardíes: el 85% de la población de Europa y Norte de África fue exterminada..."

Todavía hoy (además de en Israel) hay comunidades sefardíes muy numerosas en los Balcanes: Izmir y Estambul en Turquía; Sofía (Bulgaria), Bucarest (Rumanía), ex Yugolavia, Francia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos y también en Estados Unidos, con núcleos en Nueva York, Los Ángeles o el estado de Washington. En América Latina hay focos en Buenos Aires, Sao Paulo, Bogotá o el estado de México.



-¿Cómo arranca la actividad de la Comunidad Sefardí en Jerusalén?

-Esta comunidad funciona desde la llegada a Jerusalén de un rabino y gran filósofo de Gerona Nahmánides en 1267. En la ciudad encontró pocos judíos y muy pobres, sin sinagoga. Organizó la institución e inició la historia de la Comunidad Sefardí, que ha funcionado desde entonces de manera ininterrumpida durante 750 años.

-¿Qué actividad ha desempeñado el Consejo a lo largo de su historia?

-Las tareas han cambiado en función de los tiempos. El primer papel fue religioso, jurídico, educativo y financiero. Se mantenía a través de donaciones. Ayudaba a familias pobres y enfermos, apoyaba a los estudiantes de los colegios talmúdicos. El centro de vida fueron cuatro sinagogas relacionadas entre sí en el barrio judío, un fenómeno muy extraño porque los templos solían estar a cierta distancia. En Toledo solo había dos y no tenían relación entre sí. Se construyeron entre los siglos XVI y XVIII, y funcionaron hasta 1948, cuando fueron destruidas por los árabes en la guerra. Se restauraron tras la Guerra de los Seis Días en 1967. Durante siglos, la comunidad era monopolizada por los rabinos. En las últimas décadas del siglo XIX, las reformas en el Imperio Otomano hicieron que se incluyeran no rabinos: intelectuales, comerciantes o abogados. Hoy en día, la presidencia corresponde al gran rabino, pero sin carácter ejecutivo, que está en manos de la directiva.

-¿Qué ha hecho la institución en la época más reciente?

-Desde mediados del siglo pasado, el Consejo se ha dedicado a una labor educativa, dando becas a estudiantes o cultural, con investigaciones sobre el patrimonio sefardí. También ha hecho un trabajo social de apoyo a familias pobres respondiendo a la tradición. Si quiero resumir la historia de la comunidad, siempre digo "continuidad y cambio". Por un lado, conservó su particularidad sin dejar de adaptarse a las nuevas circunstancias de la comunidad judía.

-¿Cuál es la proporción de judíos sefardíes en Jerusalén con respecto a la comunidad completa?

-Los judíos sefardíes hoy en Israel están integrados en la sociedad. La organización comunitaria conserva solo tareas culturales de preservar el patrimonio. Tienen un papel en la vida política y económica dentro de los diferentes grupos de hebreos que existen. Todavía hay una cierta brecha, pero estamos casi en igualdad. Las comunidades orientales están al cincuenta por ciento con los sefardíes, pero si atendemos al término estricto -personas que hablan ladino y cuyos antepasados vivieron en España- no son mayoría en Israel.

-¿En qué otras regiones del planeta perviven los sefardíes?

-Todavía hoy hay comunidades muy numerosas en los Balcanes: Izmir y Estambul en Turquía; Sofía (Bulgaria), Bucarest (Rumanía), ex Yugolavia, Francia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos y también en Estados Unidos, con núcleos en Nueva York, Los Ángeles o el estado de Washington. En América Latina hay focos en Buenos Aires, Sao Paulo, Bogotá o el estado de México.

-En cuanto a la implantación de la doble nacionalidad sefardí, ¿avanza el proyecto o sigue habiendo problemas para la concesión del pasaporte?

-El Consejo de la Comunidad Sefardí tiene la potestad, entre otras cinco de Israel, de conceder el certificado que confirme el linaje del solicitante. Como presidente, he expedido 130 documentos de esta naturaleza. Hay mucho interés: los jóvenes piensan más en los ángulos económicos, como abrir empresas, comprar casas o trabajar. Otros piensan en tener un segundo pasaporte porque piensan en sus antepasados y en la oportunidad de celebrar el reencuentro con el país en el que vivieron sus ancestros. No es que sea un modo de justicia, pero sí orgullo, nostalgia y algo pragmático. ¿Por qué no desempeñar un papel en las relaciones económicas y culturales entre España e Israel?

-¿Cree que este hecho está detrás de la creciente popularidad del fenómeno sefardí?

-Muchos años antes de la consolidación de las relaciones diplomáticas, existían corrientes de israelíes a quienes les gustaba visitar España, algunos por el pasado judío y otros, por la cultura española y su patrimonio.

-¿Qué opina del papel promocional de la Red de Juderías, una organización formada por siete ciudades?

-Son una piedra más en este gran mosaico de la cultura judía en España y del mundo sefardí. No menos importante es el tercer proceso en el "reencuentro" entre Israel y España, y una de sus dimensiones es la propia Red de Juderías. Los españoles ven la cultura hebrea como parte de su propia Historia. El Congreso de los Diputados y el Senado también participan y forman parte de este proceso. Como decía el rey Felipe VI, "cuánto echamos de menos los españoles a los sefardíes".

-¿Cree que Zamora podrá tener un papel relevante en esa red y en el imaginario mapa de Sefarad?

-Por supuesto. No se puede esconder la presencia de judíos en Zamora. Sobre todo, en el plano educativo. Existía un colegio talmúdico de alto nivel, un liderazgo de rabinos con Isaac Campantón y Abraham Saba a la cabeza. Tener presencia en todo este proceso de reencuentro del que he hablado es un desafío para las autoridades municipales y provinciales de Zamora, así como de la frontera portuguesa.

-¿La apertura de un museo ayudaría en este propósito? 

-Hay museos en Toledo, Gerona o Béjar. Zamora merece un museo con aspectos que no se ponen de relieve en los otros centros ya abiertos al público. También es importante dotar de una sede al Centro Campantón, que lamentablemente existe en Internet y no carece de instalaciones. Este año celebramos el quinto congreso y creo que es una buena oportunidad para debatir la creación de una institución de este tipo.

-Este viernes, 27 de enero, se cumplen 72 años de la liberación de los campos nazis de Auschwitz, ¿cómo ven los judíos de hoy el Holocausto cuando todavía hay historiadores que niegan la magnitud de aquella tragedia?

-En primer lugar, los nazis no distinguían entre judíos askenazí y sefardíes. La tragedia fue mucho peor para los sefardíes: el 85% de la población de Europa y Norte de África fue exterminada por los alemanes. Esto hay que denunciarlo con todo el esfuerzo. El Holocausto es el segundo hecho más destacado de la Historia judía: el primero ocurrió en el año 70 de la era común, con la destrucción del Templo de Jerusalén. El segundo, es el propio Holocausto. Todo esto después de expulsiones, pogromos y masacres. Si alguien lo niega, eso es que vive en otro planeta. Lo más importante es educar a las generaciones jóvenes, porque quedan ya muy pocos testigos vivos de la tragedia y desaparecerán. Deben saber qué ocurrió y saber que hoy el Estado de Israel vigila que esto no se vuelva a repetir.




Notas relacionadas: Los sefardíes en la Shoá (Radio Sefarad)

martes, 24 de enero de 2017

La ciudad de Zamora recibe la Medalla de las Cuatro Sinagogas Sefardíes de Jerusalén


 
Por José María Sadia, La Opinión de Zamora, 24 de enero, 2017

Zamora ya suena en Israel. El esfuerzo realizado en los últimos cinco años por el nuevo Centro Campantón, la implicación de los ciudadanos y su interés por la cuestión sefardí, la participación de las instituciones, la colaboración de varias empresas y el "altavoz" servido por los medios de comunicación le han valido a la provincia la concesión de la medalla de las Cuatro Sinagogas de Israel, el reconocimiento que la Comunidad Sefardí de Jerusalén ha decidido otorgar a la provincia en su conjunto. El distintivo será entregado el próximo 3 de julio en el contexto del quinto congreso sobre la herencia judía por el presidente de la organización, Abrahám Haim.

La provincia ha de sentirse doblemente honrada por este homenaje, pues la Comunidad Sefardí de Jerusalén -la institución judía más antigua de la ciudad- cumple este curso 750 años de su nacimiento. De ahí que el reconocimiento sea de ida y vuelta: los zamoranos conocen hoy mejor cómo fue la repercusión de la sociedad hebrea en la Edad Media y, al tiempo, en Israel ya se habla de los congresos, la labor de investigación que se está realizando y de la participación de reconocidos historiadores tanto de Israel como de Estados Unidos.
El consejo de la organización judía ha tomado nota de la creación del Centro Campantón -que actualmente persigue la creación de un museo judío en la ciudad- así como el papel de la Diputación y del Ayuntamiento, que han apoyado estos encuentros de carácter científico y divulgativo. Asimismo, Abraham Haim también ha querido destacar el papel de los medios de comunicación de la provincia "liderados por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA por su difusión a través de noticias, reportajes y entrevistas antes, durante y después de los congresos".
El reconocimiento también abarca la participación de empresas de agroalimentación, hoteles, restaurantes y organizaciones que se han implicado en la celebración de los congresos, cuya quinta edición, según han anunciado los responsables, tendrá una programación especial.
A falta de restos arqueológicos -algunos de ellos están fuera de la provincia y otros, como el mikvé de la antigua Hostería Real se investigan en la actualidad- Zamora ha dado un paso al frente en el último lustro, con la colocación de diversos hitos que establecen la llamada Ruta Sefardí entre los Barrios Bajos y Valorio, así como una placa en memoria de los judíos fallecidos en los campos de concentración nazi, que figura en la Escuela de Educación, con el poema "Auschwitz" del tabarés León Felipe. No hay que olvidar tampoco la celebración de una exposición en el Colegio Universitario en homenaje a los diplomáticos españoles que salvaron miles de vidas, como Ángel Sanz Briz, el llamado "ángel de Budapest".
Y aunque los congresos se celebraron en la capital, las actividades se extendieron a la provincia y, especialmente, a la zona de Fermoselle y La Raya, donde está documentada la presencia de judíos, también en una vía de escape idónea hacia Portugal con motivo de la expulsión, que luego fue calcada por el país vecino. Zamora tiene ahora un nombre en la investigación de su pasado sefardí, como el que acompaña a Toledo, Segovia o Girona.