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León de Judá en el Palacio del Cordón en la Plaza Santa Lucía, Zamora |
Iniciativa del Centro Isaac Campantón, investigando, poniendo en valor y comunicando el legado judío de la ciudad y la provincia de Zamora, Castilla y León, España.
jueves, 31 de enero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
Leyenda y realidad de la llegada de los judíos*
lunes, 21 de enero de 2013
domingo, 20 de enero de 2013
Joya arquitectónica
La construcción en Plaza Santa Lucía # 11 es similar a otras la parte alta del antiguo barrio Hamanzeit de Toledo, donde se ubica la Sinagoga del Tránsito, y podría ser o recinto para el aseo o institución religiosa.
La
documentación histórica y la tradición oral coinciden en la existencia de dos sinagogas en
Zamora, aunque su lugar específico no se ha localizado. En el caso de la Mayor, donada por los reyes Fernando e Isabel al
Consejo en 1492, sabemos que se encontraba en la ya desaparecida iglesia de San Sebastián.
Guadalupe Ramos de Castro la localiza en la actual Plaza de San Esteban (1988,
155-156).
El primer documento que menciona a una sinagoga en la ciudad es un registro en 1283 durante el reinado de Sancho IV (Beinart, 2007). Fuencisla García Casar recoge en su libro las leyendas que otorgan a la primera sinagoga de Zamora un lugar relevante entre las de la península ibérica (1988, 43-44) y la misma autora recuerda que en 1411, el predicador Vicente Ferrer se refiere a una sinagoga principal en la ciudad (2003, 428)
El primer documento que menciona a una sinagoga en la ciudad es un registro en 1283 durante el reinado de Sancho IV (Beinart, 2007). Fuencisla García Casar recoge en su libro las leyendas que otorgan a la primera sinagoga de Zamora un lugar relevante entre las de la península ibérica (1988, 43-44) y la misma autora recuerda que en 1411, el predicador Vicente Ferrer se refiere a una sinagoga principal en la ciudad (2003, 428)
Por otra parte, la tradición oral en la ciudad agrega cinco sinagogas más en las Calles
Gazapo # 5, Ramos Carrión # 42, esquina de Rua de los
Francos y Moreno, otra en el barrio de La Vega (García Casar, 1992, 69-70) y una ubicada en Plaza Santa Lucía # 11, en la llamada Cueva Árabe (Markman, 2003, 17-28) o también
Baños de Alfonso III. Que sepamos este último sitio es el que mejor se conserva
y gracias al propietario del mismo, el señor Javier García Palacios, podemos
ver las fotos que ilustran está nota.
En agosto de 1971, el cronista del entonces Correo de Zamora, Andrés Sánchez Pérez, publicó dos artículos describiendo el interior del reciento al cual consideró baños. No refiere el autor que el área de localización es, precisamente, el centro de lo que se conoce como la judería vieja o del Valle.
En agosto de 1971, el cronista del entonces Correo de Zamora, Andrés Sánchez Pérez, publicó dos artículos describiendo el interior del reciento al cual consideró baños. No refiere el autor que el área de localización es, precisamente, el centro de lo que se conoce como la judería vieja o del Valle.
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Techo en el interior de la "Bodega" en Plaza Santa Lucía # 11 |
El
investigador francés Jean Passini estudia dos baños en la parte alta del antiguo barrio Hamanzeit
en Toledo ubicados en la calle San Juan de Dios (antigua calle del Horno) y en
la casa del Greco (1998, 319-324). El investigador francés llega a la
conclusión de que el estilo arquitectónico usado no es islámico, lo cual es opuesto al planteamiento de Sánchez Pérez.
La arquitectura de ambas construcciones es similar a la que presentamos de Zamora. Passini también anota que el mismo estilo se aprecia en edificios religiosos y civiles toledanos, por ejemplo en la iglesia del Cristo de la Luz (1998, 324), algo que Sánchez Pérez igualmente reconoce en su artículo de 1971.
Sin una
excavación en Plaza Santa Lucía # 11 no podremos saber si el lugar fue sinagoga
o baños.La arquitectura de ambas construcciones es similar a la que presentamos de Zamora. Passini también anota que el mismo estilo se aprecia en edificios religiosos y civiles toledanos, por ejemplo en la iglesia del Cristo de la Luz (1998, 324), algo que Sánchez Pérez igualmente reconoce en su artículo de 1971.
De acuerdo con el artículo de Sánchez Pérez, la habitación se extiende hacia la calle Zapatería y al subsuelo, lo cual sería lógico en busca de una fuente de agua. Y según nos cuenta Javier García Palacios, dueño del lugar, además de la entrada por Plaza Santa Lucía, en el Oeste, tiene otra entrada por el actual Callejón del Carmen, en el Este.
Como sabemos, la documentación histórica presenta a la calle Zapatería como la arteria principal de la judería vieja en Zamora por lo cual no sería extraño que las instituciones comunitarias estuviesen en su perímetro y alrededores.
sábado, 12 de enero de 2013
domingo, 6 de enero de 2013
León, Moisés de (también aparece como Moses, Moshe) ben Sem Tob de (1250-1305)
El pensamiento
de este autor influenció particularmente las enseñanzas de los sabios de la Escuela Rabínica de Zamora, entre ellos Isaac Campatón
(1360-1463), Isaac Arama (1420-1494) y Abraham Saba (1440-1508).
Cabalista
español, conocido como Moisés de León. Nació en León (hoy, territorio
de Castilla y León / España) en 1250 - falleciendo en 1305 en Arévalo
(Ávila – Castilla y León), siendo enterrado en el cementerio judío de Ávila, en
lo que hoy es la Huerta del Monasterio de la Encarnación. Editó en 1280, por
primera vez, el Zohar (Sefer ha-Zonar) o Libro del Esplendor,
revelado en el siglo II a Rabí Shimón Bar Jochai, santo sabio del período de la
Mishná, discípulo de rabí Akiba ben Yosef (40-135), el cual junto con el Séfer
Yetzirah (El libro de la Creación), es el pilar doctrinal de la
cabalá y una de las obras más importantes de su literatura. Según Gerschom
Scholem en su libro “Desarrollo histórico e ideas básicas de la Cábala: “el
entremezclamiento de la cábala de Girona y la cábala de los gnósticos de
Castilla, se convirtió en la mente de Moisés de León en un encuentro creativo
que determinó el carácter fundamental del “Zohar”. En lugar de las breves
alusiones e interpretaciones de sus predecesores, presenta un amplio lienzo de
interpretaciones y homilías que cubren todo el mundo del judaísmo tal como
aparecía ante él. Estaba muy lejos de la teología sistemática, y hay problemas
fundamentales del pensamiento judío de la época que no aparecen en absoluto en
su obra, como son el significado de la profecía y las cuestiones de la
predestinación y la providencia; sin embargo, es un reflejo de la situación
religiosa concreta, y la expone mediante la interpretación cabalística.
Empleando la forma de un pseudoepígrafo atribuido a Simeón bar Yohay y sus
compañeros, Moisés de León quiso revestir con un ropaje antiguo su
interpretación del judaísmo, como si se tratara de Midrashim largos y breves
sobre la Toráh y los tres libros del Cantar, Rut y Lamentaciones. En sus libros
hebreos escritos por los años que siguieron a 1286, tras haber concluido su
obra fundamental el “Zohar”, Moisés de León ocultó muchas de sus ideas
más atrevidas (para las que había sido muy apropiado el oscuro ropaje del
arameo). Por otra parte, subrayó en ellos los principios del simbolismo de las
sefirot, junto con el valor que tenían para entender la Toráh y la oración, así
como elemento homilético y moral del Zohar. Sus libros hebreos ampliaban
en ciertos lugares temas que habían aparecido por primera vez con algunas
variantes en el Zohar. En su obra “Ha-nefesh ha-hakamah” (1290),
escribe: “La finalidad del alma al entrar en el cuerpo es mostrar sus
poderes y habilidades en el mundo... Y cuando desciende a este mundo recibe
poder e influencia para guiar a este mundo malo de modo que se le someta a un
“tikún” (restauración) arriba y abajo, porque es de rango elevado, compuesta de
todas las cosas; y si no estuviera compuesta de manera mística de lo que está
arriba y abajo, no estaría completa... Y cuando está en ese mundo, se
perfecciona y se completa de este mundo inferior... Y entonces está en estado
de perfección, lo que no le sucedía al comienzo de su descenso”. Fue el
primero en recoger en el acrónimo “pardes” (jardín), las cuatro
categorías convenciones por las que se dice que la Toráh podría interpretarse,
el “pesat” o sentido literal que abarca no solo el contenido histórico y
real de la Toráh, sino también la Ley Oral; el “derat” o sentido
hermenéutico que es el camino de los comentarios éticos y agádicos; el “remez”
o significado alegórico que se dirige al conjunto de verdades filosóficas que
contiene la Toráh; y el “sod” o místico que es la totalidad de posibles
comentarios cabalísticos que interpretan las palabras de la Toráh como
eferencia a los acontecimientos que tienen lugar en el mundo de las “sefirot” o
la relación que tienen con ese mundo los personas bíblicos. Obras suyas son
también Sefer ha-Rimmon, en la cual se explica cabalísticamente todo el
culto judaico; Ha-Miskal, refutación de los sistemas filosóficos tan a
la moda en su época, que tenían por objetivo la explicación racional de la
religión; y Sefer ha-Sadot, visión del infierno y de la gloria según la
tendencia mística al apócrifo Libro de Enoc. jueves, 3 de enero de 2013
Una frase de Campantón
“Un
principio importante de la ‘iyyun’ (o especulación teórica) es que tienes que
prestar atención a cada detalle del lenguaje y hacer un gran esfuerzo en caso
de que exista algo superfluo o alguna duplicación del significado… y sobretodo,
ser muy cuidadoso con cualquier cambio de palabra en el lenguaje… de tema a
tema, preguntando por qué ese cambio. Investigarás y buscarás diligentemente
para extraer el significado de manera tal que cada palabra y partícula
signifique algo nuevo que no haya sido entendido antes”.
Isaac Campantón (1360-1463)
Tomado de Daniel Boyarin, "Moslem, Christian, and Jewish Cultural Interaction in Sefardic Talmudic Interpretation", Review of Rabbinnic Judaism 5.1, Koninklije Brill NV, Leiden, 2002, 4
Tomado de Daniel Boyarin, "Moslem, Christian, and Jewish Cultural Interaction in Sefardic Talmudic Interpretation", Review of Rabbinnic Judaism 5.1, Koninklije Brill NV, Leiden, 2002, 4
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