jueves, 16 de marzo de 2023

¿Salieron todos los judíos de Zamora en 1492?


Palacios de los Momos, grabado de Jenaro Pérez Villamil, siglo XIX

La respuesta a esta pregunta es no y lo confirma la documentación de los procesos inquisitoriales contra “judaizantes” tanto en Valladolid como en Madrid,  Lisboa, Coimbra y Évora, Portugal. A través de dichos archivos y referencias, usadas por historiadores, sabemos que residentes de la ciudad y otros pueblos de la provincia como Fermoselle, Fuentesaúco, y Benavente continuaron practicando el judaísmo en la privacidad de sus hogares y que se movían en toda la región Trasmontana (Portugal) por donde muchas veces fueron perseguidos y capturados por la inquisición en poblados como Miranda do Douro, Trancoso, Vimioso y Carçao y en ciudades como Bragança.

Aunque desde la ortodoxia tanto católica como judía de los siglos XV al XVIII los nuevos cristianos no eran judíos, sin embargo la práctica religiosa de estos, documentada a través de los procesos inquisitoriales y otras fuentes históricas, demuestra que continuaron sus ritos y tradiciones en privado, tratándose la conversión sólo una estrategia de supervivencia frente las presiones de la iglesia. Este fue el caso del zamorano: 
Diego Pérez, abogado, que vivía en la Rúa, cristiano nuevo de judío, vecino de Zamora, quemado, año de mil cuatrocientos y noventa y tres (Cotarelo, Emilio, Varias noticias nuevas sobre Florián de Ocampo, Boletín de la Real Academia Española, XIII, tomo XIII, 1926, pp 259-68)
Hasta bien entrado el siglo XVII, específicamente el año 1667, se encuentran criptojudíos "portugueses" (1) en Zamora en números considerables para la época, en este caso treinta y cinco que fueron enviados al Tribunal de Valladolid. 

A continuación una lista de Judaizantes zamoranos y zamoranas en la que destacan las profesiones de costurera, zapatero, azafranero, tendero e incluso un clérigo. Se incluyen menciones a litigios a través de los cuales sabemos de personas procesadas por la inquisición por prácticar la Ley de Mosiés (2).

Será a finales del siglo XX, en 1997, cuando llegaremos a conocer de practicas criptojudías en San Juan de la Cuesta, en Sanabria, a través de los recuerdos de María Manuela Rodríguez, descendiente de Francisco San Román, quien fue ayudante personal de D. Abraham Senior y conocía a Diego Arias Dávila, uno de los casos de conversos más conocidos en la península al haber sido tesorero de Enrique IV. (3)

La lista se ha ordenado cronológicamente para ayudar a la comprensión del tema entre los siglos XV y XVIII.


  1492- Francisco de San Román, vecino de Zamora, y Ayudante de Abraham Senior, Rab de la Corte, declaró por correo en un juicio contra Diego Arias Dávila, sus servicios como mensajero en las negociaciones para un matrimonio entre un sobrino del obispo Juan Arias Dávida (hijo de Diego) con la sobrina de una encumbrada dama de Sevilla. Los San Roman fueron judíos conversos hasta bien entrado en siglo XX en la región de Sanabria (Zamora). (Matilde Gini de Barnatán, “Los San Roman de Zamora: desde el siglo XV hasta hoy”, Actas del III Congreso Internacional “Rutas de Don Quijote y caminos de libertad” Asociación Caminos de Cervantes y Sefarad, 1997., también en revista Magen-Escudo, Núm. 144, Sept. 2007, Caracas, Venezuela, pp. 16-33. Testificaciones de F. San Romá sacadas del libro I de Segovia contra Diego Arias Dávila, libro 1426, folio 1)

1493- Catalina de Guadalajara pide a los reyes y consigue de estos que se le restituyan los bienes de su dote embargados en Zamora, Salamaca y Ciudad Rodrigo a su esposo Diego Peres condenado por la inquisición. (MF. García Casar, El pasado judío de Zamora (1992), 140)

1494- Al converso Gonzalo Gomes la inquisición confisca los bienes, que no eran pocos, porque en «su vida se sigue rigiendo por la religión judía» (Mención aparecida en La Opinión de Zamora (6/5/2009) en referencia a la tesis de licenciatura hecha por Antonio Martín en la Facultad de Filología Bíblica Trilingüe en 1989)

1494- Los herederos de Ynés Gonçalez, vecina de Zamora, condenada por la inquisición, piden y consiguen de los reyes que le sean devueltos sus propiedades avaladas con títulos. (MF. García Casar, El pasado judío de Zamora (1992), 140)

1494-95- Diego Sánchez de Zamora, clérigo organista y racionero de la catedral de Toledo. Judaizante. Fidel Fita: Informe. La inquisición toledana. Relación contemporánea de los autos y autillos que celebró desde el año 1485 hasta el de 1501, Boletín de la Real Academia de la Historia, Tomo11, año 1887, 320.

Puerta Sur de la Catedral, Jenaro Pérez Villamil, siglo XIX
1495- Diego Ramírez pide que no le sean devueltos los bienes que su tío Nuño de Fito, condenado por herejía, le había dejado desde 1470. (MF. García Casar, El pasado judío de Zamora (1992), 141)

1495- Pedro de Zamora pide a los reyes la restitución de bienes a la familia del difunto Rodrigo, açafranero. García Casar no especifica la razon del fallecimiento, pero la inclusión de este caso se hace en la sección dedicada a las restituciones de bienes de aquellos procesados por la inquisición (MF. García Casar, El pasado judío de Zamora (1992), 141).

1497- "Ejecutoria del pleito litigado por Alonso Pérez de Revellinos, vecino de Revellinos (Zamora), con Fernando de Miranda (antes Mosén Aba Dias), judío, sobre deudas", Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, ES.47186.ARCHV/1.8.1//REGISTRO DE EJECUTORIAS,CAJA 111,22

1548- Proceso inquisitorial de Belchior Vaz, de Fermoselle residente en Miranda, Archivo de Torre do Tombo, Inquisición en Évora, código de referencia PT/TT/TSO-IE/021/5165. Acusación: judaísmo, herejía y apostasía. Padre: Guoterri (sic) Vaz, madre: Francisca de Carvajal, esposa: Brites  Dias. 

1548- Tribunal inquisitorial en Évora a la zamorana Susana de Vachadolid de judaísmo (Código de referencia PT-TT-TSO/IE/21/6135)

1567- Nace en Benavente Luis de Carvajal, el Mozo (llevado a la hoguera en México en 1596). Estudió en el Colegio Jesuita en Medida del Campo y en 1580 fue a México a invitación de su tío Luis de Carvajal, el viejo. El padre de Luis de Carvajal, el Mozo, Luis Rodríguez de Matos fue criado por el Conde de Benavente. Su madre fue Francisca de Carvajal. En 1589, la familia Carvajal fue procesada por judaizante en México. Luis de Carvajal evadió la hoguera convirtiéndose al cristianismo, pero regresando al judaísmo en secreto. Usó su tiempo de servicio en el Colegio de Tlatelolco para estudiar la Torá y en 1595 escribió una Autobiografía mística en la que se llamó a sí mismo Joseph Lumbroso (= alumbrado). Luis de Carvajal fue nuevamente descubierto por la inquisición un año después y fue condenado a la hoguera con otros miembros de su familia. (Encyclopedia of Latin American History and Culture (Cengage Gale, January, 2008)

1587- Ejecutoria del pleito litigado por Francisco Rodríguez de Armenteros, vecino de Fuentesaúco (Zamora), con Juan Gormaz, regidor de dicha villa, sobre haberle injuriado llamándole judío sambenitado". Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, REGISTRO DE EJECUTORIAS,CAJA 1592,23 

1626- Bernardo Rodrígues, alias Fernández, de Zamora, sentenciado por el Tribunal de Valladolid, por judaizante. Record 3735.

1667- "(...) en el propio año (se refiere a la llegada del nuevo obispo de nombre Castañon) se hizo limpieza de gente de mal vivir y vagabunda y habiéndose descubierto que vivían 35 judíos portugueses secretamente en ella establecidos, se remitieron a la inquisición de Valladolid, por lo que fueron condenados unos a prisión y otros a destierro. (Ursino Álvarez Martínes, Historia general civil y eclesiástica de la provincia de Zamora, Zamora, La Seña Bermeja, 1889, p. 357)

1670- Proceso de fe de María Conde, natural de Zamora, vecina de Valladolid, costurera, por judaizante. ES.28079.AHN/1.1.48.6//INQUISICIÓN,139,Exp.13

1680, Junio 30 – Zamoranos condenados por judaizantes en el auto de fe de Madrid: Gerónimo Alonso; confiscación de bienes y hábito y cárcel perpetua; Gaspar Hernández Hidalgo; confiscación de bienes, hábito y cárcel por seis meses y destierro por un año; Isabel Méndez Correa; confiscación de bienes, hábito y cárcel perpetuos, Bernardo de Paz; confiscación de bienes, hábito y cárcel por seis meses y dos años de destierro, Rafael de Paz; de Zamora o Portugal; confiscación de bienes y hábito y cárcel perpetua irremisible. Lista completa disponible en http://www.tarbutsefarad.com/cat/madrid-tribunal/570-condenados-por-el-tribunal-de-madrid.html)

Convento de Corpus Christi, Jenaro Pérez Villamil, siglo XIX

1682-83- Dinis Alvarez, de Zamora, procesado en el tribunal inquisitorial de Torretombo. Los nombres de los padres también aparecen: Mecia Alvarez e Isabel de Castro (código de referencia PT-TT-TSO- IE- 21/11641)

1683- Tribunal inquisitorial en Coimbra a la zamorana Leonor Mendes acusada de judaísmo. (Código de referencia PT-TT-TSO/IC/25/6323)

1694- 12 de noviembre. Nombre: António Ortunho de Castro, cristiano nuevo. Edad: 43 años. Profesión: tendero. Natural de: Zamora. Residencia: Bragança, Portugal. Padre: José de Castro, zapatero. Madre: Catarina Dias. Estado civil: casado. Esposa: Beatriz Fidalgo, cristiana nueva. Tribunal do Santo Ofício, Inquisição de Coimbra, proc. 1242.

1696. 2 de enero. Nombre: António Lopes Guterres, cristiano-nuevo. Edad: 46 años. Profesión: contratador de tabaco. Natural de Zamora. Residente en Trancoso, Portugal. Madre: Ana o Maria Rodrigues, cristiana nueva. Esposa: Maria Furtado, cristiana nueva. Tribunal do Santo Ofício, Inquisição de Lisboa, proc. 10008

1698-99- Manuel de Castro sentenciado por Judaismo en el Tribunal inquisitorial de Torretombo. Padres: José de Castro e Catarina Días. (Código de referencia PT-TT-TSO/IC/25/2683)

1702-1704. Proceso de fe de Manuela de Monzón, alias, La judía monzona, natural de Alcañizas (sic) (Zamora) y vecina de esta capital, seguido en el Tribunal de la Inquisición de Valladolid, por judaizante. ES.28079.AHN/1.1.10.6.12.11//INQUISICIÓN,1864, Exp.3

1713- Tribunal inquisitorial en Coimbra a la zamorana Maria Fernandes de judaísmo (Código de referencia PT-TT-TSO/IC/25/9689)

1725. 26 de mayo. Nombre: Manuel Gonçalvez (Gonzáles). Natural de Zamora. Residente: Vila Nova de Foz Côa, Portugal. Padre: Afonso Gonçalves, cristiano nuevo. Madre: Isabel, cristiana nueva. Estado civil: casado. Esposa: Branca Nunes. Tribunal do Santo Ofício, Inquisição de Coimbra, proc. 1126.

1742- Eugenia Fernandes, de Zamora, sentenciada por judaísmo en el tribunal de Torretombo. Padres: Manuel Fernandes y Catarina Martins. (Código de referencia PT-TT-TSO/IC/25/3560)

S. XVIII. Alegación fiscal del proceso de fe de Bernardo Rodríguez, alias "Fernández", zapatero, originario de Zamora, seguido en el Tribunal de la Inquisición de Valladolid, por judaizante. ES.28079.AHN/1.1.10.6.1.11//INQUISICIÓN,3735,Exp. 369


Notas

1- Con el genticio de "portugués" se calificaba a muchos "tornadizos" que se restablecieron en sus lugares de orígenes en Castilla y León, siendo muchos de ellos criptojudíos, algunos descubiertos por la inquisición y procesados por "judaizantes". 

2- Para una lista y descripción de casos inquisitoriales, también a zamoranos de Alcañices y Puebla de Sanabria, ver Fermín Mayorga, "Judaizantes zamoranos condenados por la inquisición portuguesa", disponible online
3- “Tradición secreta en la casa de los San Román. Recuerdo de María Manuela”: “Vinieron del monte…”, testimonio acerca de las prácticas criptojudías a principios del siglo XX en el pueblo San Juan de la Cuesta, Sanabria, en Zamora. (Matilde Gini de Barnatán, “Los San Roman de Zamora: desde el siglo XV hasta hoy”, Actas del III Congreso Internacional “Rutas de Don Quijote y caminos de libertad” Asociación Caminos de Cervantes y Sefarad, 1997., también en revista Magen-Escudo, Núm. 144, Sept. 2007, Caracas, Venezuela, pp. 30-33.)

domingo, 12 de marzo de 2023

Consecuencias de la salida de los judíos de la ciudad de Zamora en 1492

Cesáreo Fernández Duro (1830-1908)
, Memorias históricas de la ciudad de Zamora, su provincia y obispado, Madrid 1882, Vol. II:


"Detuvo un tanto la marcha próspera de las transacciones de nuestra ciudad la expulsión de los judíos, decretada en 31 de Marzo de 1492, porque una gran parte del comercio estaba en manos de esta raza
(ver nota) activa y trabajadora, que de antiguo contaba en Zamora con una de sus principales sinagogas. Por el valor de la capitación, que sólo pagaban los varones mayores de veinte años, ocupaba el sexto lugar en España, y aun más alto lo alcanzaba por la sabiduría de los rabinos. Treinta mil almas pasaron la frontera de Portugal en virtud del mandato Real, que no podía menos de dejarse sentir también en la industria y en la agricultura" (p. 107) 

Fernández Duro igualmente dedicó un espacio más extenso al tema en otra sesión del libro titulada "La Aljama" en Memorias históricas de la ciudad de Zamora, Tomo II, Madrid, 1882, páginas 124-154. 

 

Nota: El término "raza" era usado en la época, siglo XIX. Hoy no tiene validez sociológica ni se usa para describir a grupos poblacionales. 

 

***

Manuel Ladero Quesada, Libros de acuerdos del consistorio de la ciudad de Zamora (1500-1504), UNED, 2000.
  

"(...) En primer lugar, el importante peso de su comunidad judía; en los años previos a su expulsión y por diversos motivos la aljama zamorana se convirtió en una de las más importantes del reino. Incluso siendo muy prudentes en la estimación, se puede afirmar que estaría integrada por un número de individuos no inferior a los ochocientos.

¿Cuántos permanecieron en la ciudad como conversos tras la promulgación del edicto de expulsión en 1492?, ¿cuántos regresaron en los años posteriores? La documentación no permite dar respuestas concluyentes a estas preguntas, pues apenas nos proporciona algunos datos muy parciales sobre el paso a manos cristianas de inmuebles pertenecientes hasta ese momento a hebreos, o noticias muy puntuales sobre el regreso después de 1492 de algunos de ellos tras adjurar de su primitiva religión. Puede que efectivamente muchos de ellos abandonaran para siempre la tierra zamorana, pero sin duda también un porciento signifacativo - quizás al menos una cuarta parte- permaneció tras convertirse o regresó de nuevo al poco tiempo. En cualquier caso, de lo que no cabe duda es del hecho de que su expulsión no sólo tuvo en Zamora consecuencias de carácter económico o social, sino que además supuso una sangría notable en el número de habitantes de la ciudad" (pp. 13-14)




 

viernes, 3 de marzo de 2023

Palabras de presentación del libro "Mi Sefarad, cuatro décadas con los españoles y el espacio iberoamericano", de Abraham Haim

El dramaturgo Virgilio Piñera dijo una vez que el dilema de todo escritor no era escribir sino escribirse, es decir, transmutarse en aquello que escribe, lo cual también puede aplicarse a todas las artes: el músico se canta, el pintor se pinta y el actor se interpreta. Es un tema recurrente también en muchas películas de ciencia ficción en las que alguien intenta transferir su alma en otro cuerpo o el protagonista aspira a materializar mediante alguna poción mágica la fisicalidad de la persona amada. Al final, lo que tenemos es el deseo de perpetuar aquello que al escritor o al artista le parece significativo, importante, vital. La anécdota más conocida acerca de este asunto de la literatura es aquella en la que Flaubert, preguntado acerca de quién era Madame Bovary, respondió: Je sui Madame Bovary (yo soy madame Bovary).

Abraham Haim entrega su libro
en la Biblioteca Nacional de Israel
 

En tanto narración, el libro que tenemos hoy delante baila también en ese salón de espejos que es toda escritura, aunque, como veremos, lo hace de una manera muy peculiar. Lo primero que llama la atención es la cantidad de fuentes que el autor pone a disposición de sus lectores y nombro sólo las que he leído hasta el momento: cartas, artículos de prensa, fotos, poemas, canciones, prólogos de libros, entrevistas, resúmenes de conferencias, declaraciones y comunicados, retratos hablados de amistades y funcionarios, menús de cafeterías y restaurantes, descripciones de trajes tradicionales, anécdotas… En otras palabras, la narración no avanza sola, sino acompañada por numerosas personas, lugares, actividades, conversaciones… Es una forma muy peculiar de escribir una Memoria, como la llama el autor al inicio del libro, en la que, generalmente, desde Montaigne a Vargas Llosa, encontramos sólo largas reflexiones sobre la vida del autor. Aquí, sin embargo, es también la Memoria de la gran cantidad de personas, más o menos conocidas, con las que Abraham Haim ha interactuado a lo largo de los últimos 40 años en España o como muchos aquí en Israel le siguen llamando: Sefarad.

En este sentido, este libro es fiel al genio y figura de Abraham Haim, lo representa en un alto por ciento y mientras se lee se tiene la sensación de que, en verdad, en una suerte de holograma, estamos hablando con él en persona y uno se descubre dialogando en alta voz con el texto: Ah sí, esto fue así, o se le olvidó mencionar aquello.

Y es que hay algo de lo que no sé si Haim se haya dado cuenta y que se manifiesta a través de su presencia: muchos españoles y españolas, y en general personas de Latinoamérica y el Caribe, se pueden reconocer en él en tanto visualiza, o, mejor dicho, encarna, al judío sefardí que muchos descendientes hispanoportugueses potencialmente llevamos dentro o nos hubiese gustado conocer. Además del don de gente que sin dudas Haim tiene, su carácter evoca la fibra sefardí que subyace en la memoria colectiva iberoamericana y por eso, creo yo, no es difícil relacionarse con él y verlo como una español o portugués más. Eso, estimado Haim, es algo que no se aprende con el idioma castellano, por muchos años que se estudié en Salamanca: por ser sefardí, ya eras español antes de llegar a España por primera vez, un español de la diáspora, como hay tantos en este mundo.

El otro aspecto al que me gustaría referirme brevemente es al rango de esa compañía con la que Haim avanza en este libro a través de la geografía peninsular y que podemos simbolizar en una gran avenida por la que transitan desde reyes hasta trabajadoras de la limpieza, políticos y parroquianos de un bar de barrio, académicos y funcionarios, chefs y periodistas, una multitud de personas de las que Haim siempre tiene algo relevante que aprender, pero también que enseñar, con las que habla, canta, toma un chupito o simplemente pasea por algunas de las tantas ciudades que ha visitado, y visita cada año. En ese sentido, este es un libro coral, polifónico, en el que también vemos y escuchamos a todos y todas aquellas que, de una u otra manera, han estado cerca, alrededor o junto a Haim en estos 40 años de ires y venires entre España e Israel y viceversa. Como en las escrituras antiguas, Abraham Haim es el nombre que los resume e inscribe en el libro de la nueva Sefarad que emerge de estas páginas.

Como el buen vino de Toro o Ribadavia, este libro añejará excelentemente y las nuevas generaciones lo leerán, degustando en él los sabores milenarios que tejen nuestras culturas. 

Jesús Jambrina
Instituto Cervantes de Tel Aviv, 1 de marzo, 2023