martes, 11 de junio de 2013

La biblioteca de los Condes de Benavente se distinguió por sus libros de filosofía judía

Así lo afirmó el profesor Manuel Ladero Quesada en entrevista el 25 de Marzo del 2012 en La Opinión de Zamora - leer completa aquí

Genealogía de los Pimentel en el Museo del Castillo en Puebla de Sanabria.




De entre los libros (en la Biblioteca de los Pimentel) destacaba un libro sobre filosofía judía...

Si efectivamente, porque era un poco sorprendente que se encontrara en el inventario La Guía de Perplejos, del andalusí Maimónides (escrita en árabe hacia 1190 y posteriormente traducida al hebreo), porque no se documenta en otras bibliotecas nobiliarias.

¿Por que razón cree que el conde se interesó por esta obra?

Pues según he podido seguir en los estudios de Isabel Beceiro y de Severiano Hernández Vicente, que ha trabajado bastante sobre el Concejo de Benavente, parece ser que el conde tenía, no sé si una especial predilección, pero sí una política de especial protección de la comunidad judía que existía en Benavente, y quizá esa cierta simpatía les pudo inducir a tener cierto gusto por la lectura de esta obra de filosofía judía.

¿El interés por tener una biblioteca se debió mas a su juicio por una moda de la nobleza del bajo medievo o por un verdadero interés por aprender y tener más conocimientos humanistas?

Se podría hablar de una moda, pero yo creo que es mas una tendencia, una evolución de la mentalidad nobiliaria en general en el conjunto de la corona de Castilla. Si es cierto que hay una influencia de las corrientes humanistas y por otro lado un cambio de mentalidad profundo que se va a producir en la nobleza. En el seminario con los alumnos expliqué que la nobleza bajo la corona castellana se sometía a un periodo de crisis importante de bajada de ingresos, de bajada de rentas, y eso hace que vaya modificando muchos de sus hábitos de vida, entre ellos el abandono de sus residencias, digamos exclusivamente rurales, para trasladarse a la ciudad. A partir de ahí se produce un cambio de mentalidad.

¿Qué otros libros figuraban en el inventario?

Buenos había incunables habituales en otras bibliotecas, pero tenían muchas traducciones de autores latinos, de Cicerón, de Séneca, incluso de los humanistas italianos, de Dante, de Petrarca, de Bocaccio... Y también es curioso que tenían obras de contemporáneos suyos castellanos. Las obras del conde de Villena también figuran en las obras de los condes y de otros nobles. En fin, las obras de filosofía judía tal vez es lo que la distingue de las demás bibliotecas.

¿Quién proveía de fondos y de libros a los condes?
Los Condes de Benavente formaban parte de la elite de la corona por decirlo así. En la alta nobleza castellana había entre 30 y 35 familias y los Pimentel eran parte de esa elite. Por eso tenían acceso incluso a la biblioteca real y en aquella época encargaban copias. El Marqués de Santillana es un ejemplo de esto porque era un auténtico bibliófilo. Es posible que Santillana les proveyera, pero es conocido que el propio Juan II le prestó libros al Conde de Benavente.