Un estudio del investigador
José María Domínguez Fernández constata que existieron comunidades de
judeoconversos en la comarca zamorana
Por Chany
Sebastián, La Opinión de Zamora
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| José María Domínguez, investigador de Nuez de Aliste. | CHANY SEBASTIÁN |
Nuez de Aliste, una de las
localidades más importantes y con más historia de "La Raya" de España
y Portugal, llegó a contar, a caballo entre los
siglos XVI y XVII, con una de las comunidades de criptojudíos más
grande y
activa de la provincia de Zamora.
Así lo ha demostrado José
María Domínguez Fernández, investigador nacido en Madrid,
pero con orígenes en el pueblo alistano, donde las aguas internacionales del
río Manzanas marcan los límites fronterizos hispanolusos con la freguesía de
Quintanilha de Tras os Montes.
Los criptojudíos son los descendientes de aquellos judíos de la Península
Ibérica que fueron forzados a convertirse al cristianismo para no ser
expulsados de España y, poco después, también de Portugal, pero que siguieron practicando
el judaísmo en secreto durante muchas generaciones a pesar de la perseverante
persecución realizada por parte de la Santa Inquisición, una institución que se
mantuvo activa hasta el siglo XIX.
Expedientes originales
Domínguez Fernández ha mostrado sus descubrimientos basándose en expedientes
originales de la "Inquisición Portuguesa", donde ha identificado a
distintas familias de Nuez, algunos de cuyos miembros fueron procesados por
judaísmo en el país vecino.
Entre los casos más llamativos destaca el de la criptojudía alistana Ana
Pimentel, que fue azotada públicamente en Lisboa en el año 1696 tras ser
juzgada en dos ocasiones. En el transcurso de sendos procesos confesó ser hija
y nieta de vecinos de la villa de Nuez de Aliste. También resalta el testimonio
de Francisca Vaz, natural de la misma localidad, que fue torturada en Coímbra
en el año 1600 hasta implicar a sus propios hijos en prácticas judaizantes.
José María Domínguez Fernández, impulsado por el hallazgo de ascendientes
sefardíes en su propia genealogía, decidió investigar el pasado criptojudío de
Nuez convencido de que su situación fronteriza y su pertenencia durante un
tiempo al Condado de Benavente la convertía en el lugar de paso y refugio para
los judeoconversos.
Su trabajo de
investigación también aporta importantes novedades sobre la vecina localidad de
Trabazos
de Aliste, cabecera del municipio, identificando por primera
vez a un vecino de dicho pueblo, Gaspar de León, que emigro a América en el
siglo XVII.
Esta revelación
refuerza, según el investigador, la hipótesis ya barajada sobre la
presencia de indianos vinculados con el artesonado de la iglesia
parroquial de San Pelayo Mártir de Trabazos, apuntando que estas familias
criptojudías pudieran estar relacionadas con las de aquellos que acompañaron al
conquistador Luis de Carvajal (1539-1591) para fundar el Nuevo
Reino de León, en el actual México, donde se establecieron.
El Nuevo
Reino de León del que fue primer gobernador Luis de Carvajal y
Cueva de 1582 a 1588, su fundador, por concesión del Rey Felipe II, formando
parte del Virreinato de Nueva España de la que fue su tercer Virrey el alistano
Martín Enríquez de Almansa (hijo de los primeros Marqueses de Alcañices, Francisco Enríquez
de Almansa e Isabel de Ulloa y Castilla), entre el 5 de noviembre de 1568 y el
4 de octubre de 1580, que luego sería Virrey de Perú desde 1581 hasta el día 12
de marzo de 1583 en que fallecía en Lima.
Lazos familiares
Fue tal el prestigio del militar alistano que la Lotería Familiar le dedicó
el billete del sorteo del 21 de mayo de 1952. Destaca el investigador la
estrecha relación de estas familias con la comunidad criptojudía de Braganza
con la que había estrechos lazos familiares y en la que destaca la presencia de
mercaderes y plateros, lo que podría revelar una importante actividad económica
en Nuez y justificar, de esta manera, que a finales del siglo XVI Nuez contara
con más habitantes que Alcañices y, del mismo modo, justificar el origen del
valioso patrimonio de la localidad atribuido a este mismo periodo, como serían
su iglesia, la imagen de la Virgen de la Asunción y la Fuente Grande.
Con este trabajo, afirma que Nuez y Trabazos se sitúan como máximo
exponente de la historia del criptojudaísmo en la provincia de Zamora, por
delante incluso de localidades históricamente señaladas como Alcañices y
Fermoselle que, si bien destacaron por su judería o aljama antes de la
expulsión de los judíos en 1492, no presenta evidencia historio gráfica de
presencia de criptojudíos con la misma intensidad que Nuez y Trabazos.
Así mismo valoran
también desde la Ruta Sefardí Transfronteriza de Ner Tamid,
que podría incluir a Nuez y Trabazos en un futuro
próximo tras el interés mostrado por sus fundadores en visitar dichas
localidades lo que podría suponer un importante impulso para el reconocimiento
del patrimonio sefardí de la Raya de España y Portugal.
Jesús Jambrina,
director del último Congreso Internacional Zamora Sefardí que congregó a
entidades como el Centro Isaac Capantón, Makom Sefarad, Fundación Hispano
Judía, Ner Tamid y la Universidad de Lisboa, en su valoración destacaba
"el valor de los investigadores locales, que muchas veces revelan los que
no aparece en las normativas oficiales" y en este sentido precisamente
destacó el trabajo presentado por José María Domínguez Fernández, al documentar
la existencia de una relevante comunidad de criptojudíos en este enclave de la
zona oeste provincial zamorano durante los siglos XVI y XVII.
El
criptojudaísmo es la adhesión confidencial al judaísmo mientras se profesa otra
fe, en este caso el cristianismo, conociéndoselos como criptojudíos o
judaizantes. Entre las costumbres que mantenían los criptojudíos estaban las de
elaborar pan sin levadura durante la festividad de Pésaj, cumplir la
circuncisión de los varones, guardar el Shabat absteniéndose de realizar
ciertas labores los sábados o cubrir los espejos durante el luto por el
fallecimiento de un pariente.